El primer Santo negro de America
Hijo de un noble español y una mulata, bautizado por Santo Toribio de Mogrovejo, Martín de Porres (1579-1639), Primer Santo Negro de América, dominico, se caracterizó por su generosidad con los pobres, a quienes frecuentemente entregaba dinero, movido por la caridad. Su espíritu de servicio lo llevó a estudiar para convertirse en un sanador, desempeñándose como barbero (entendiendo por ésto a la persona que extrae dientes y muelas, receta hierbas, alivia dolores, rasga con el bisturí los tumores bucales) y tiempo después como médico, desempeñándose como voluntario en Hospitales del Perú.
Cuando ingresó al Convento (símbolo de paz y clausura) aceptando las limitaciones que las normas de la época le imponían por ser de color y ser hijo de filiación no matrimonial, Martín resolvió utilizar el Convento como Hospital, haciendo ver a sus detractores que "la caridad está por encima de la clausura". Tiempo más tarde en la misma Lima fundó el Asilo de la Santa Cruz. Célebre es la frase atribuída a él "Yo te curo, Dios te sana". Muchas de sus acciones médicas a favor de los enfermos se elevaron a la categoría de milagros; su espiritualidad fue tan intensa que misioneros aseguran haberse encontrado con él en Asia, cuando en verdad Martín jamás abandonó América.
Murió a la edad de 60 años producto de una dolorosa enfermedad, quedándose en lo más profundo del corazón del pueblo peruano, quienes en señal de gratitud tras ser canonizado fundaron una Universidad que lleva su nombre.
Dicha canonización fue realizada por el Papa Juan XXIII quien sobre él dijo al Mundo: "Martín excusaba las faltas de otro. Perdonó las más amargas injurias, convencido de que el merecía mayores castigos por sus pecados. Procuró de todo corazón animar a los acomplejados por las propias culpas, confortó a los enfermos, proveía de ropas, alimentos y medicinas a los pobres, ayudó a campesinos, a negros y mulatos tenidos entonces como esclavos. La gente le llama "Martín, el bueno".
Esta es parte de la vida de San Martín de Porres, Patrón de los enfermos, Protector de los pobres (junto a San Vicente de Paul y San Camilo de Lelis), Patrón de los barberos, Patrón de la intercesión de los animales, Patrón de la Hermandad de Caballeros de San Martín de Porres y San Juan Macías O.P en Lima (Perú), Patrón de los quimicos farmaceuticos. El primer Santo Negro de América.
Cuando ingresó al Convento (símbolo de paz y clausura) aceptando las limitaciones que las normas de la época le imponían por ser de color y ser hijo de filiación no matrimonial, Martín resolvió utilizar el Convento como Hospital, haciendo ver a sus detractores que "la caridad está por encima de la clausura". Tiempo más tarde en la misma Lima fundó el Asilo de la Santa Cruz. Célebre es la frase atribuída a él "Yo te curo, Dios te sana". Muchas de sus acciones médicas a favor de los enfermos se elevaron a la categoría de milagros; su espiritualidad fue tan intensa que misioneros aseguran haberse encontrado con él en Asia, cuando en verdad Martín jamás abandonó América.
Murió a la edad de 60 años producto de una dolorosa enfermedad, quedándose en lo más profundo del corazón del pueblo peruano, quienes en señal de gratitud tras ser canonizado fundaron una Universidad que lleva su nombre.
Dicha canonización fue realizada por el Papa Juan XXIII quien sobre él dijo al Mundo: "Martín excusaba las faltas de otro. Perdonó las más amargas injurias, convencido de que el merecía mayores castigos por sus pecados. Procuró de todo corazón animar a los acomplejados por las propias culpas, confortó a los enfermos, proveía de ropas, alimentos y medicinas a los pobres, ayudó a campesinos, a negros y mulatos tenidos entonces como esclavos. La gente le llama "Martín, el bueno".
Esta es parte de la vida de San Martín de Porres, Patrón de los enfermos, Protector de los pobres (junto a San Vicente de Paul y San Camilo de Lelis), Patrón de los barberos, Patrón de la intercesión de los animales, Patrón de la Hermandad de Caballeros de San Martín de Porres y San Juan Macías O.P en Lima (Perú), Patrón de los quimicos farmaceuticos. El primer Santo Negro de América.
Labels: Espiritualidad, Evangelización, Misión
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