18 November 2007

Rumi, el mistico del amor

Palabras preliminares

Como lo hice alguna vez en otro Blog que pasó a mejor vida, quiero dedicar este interesante artículo de Leo Boff a Norma, y reconocer que al no escribirte, he sido un ingrato. Mil disculpas.



"Rumi, el místico del amor"
Por Leonardo Boff, Teólogo.

"En este año se celebra el 800 aniversario del nacimiento de Jalal ud-Din Rumi (1207-1273), el mayor de los místicos islámicos y extraordinario poeta del amor. Nació en Afganistán, pasó por Irán y vivió y murió en Konia, Turquía.

Era un erudito profesor de teología, celoso en sus ejercicios espirituales. Todo cambió cuando se encontró con la figura misteriosa y fascinante del monje errante Shams de Tabriz. Como se dice en la tradición sufi, fue «un encuentro entre dos océanos». Ese maestro misterioso inició a Rumi en la experiencia mística del amor. Su reconocimiento fue tan grande que le dedicó todo un libro con 3.230 versos, el Divan de Shams de Tabriz. « Divan » significa colección de poemas.

La efusión de amor en Rumi es tan avasalladora que abraza todo el universo, la naturaleza, las personas y principalmente a Dios. En el fondo se trata del único movimiento del amor que no conoce divisiones, pero que enlaza todas las cosas en una unidad última y radical tan bien expresada en el poema Yo soy Tú : « Tú, que conoces a Jalal ud-Din (nombre de Rumi). Tú, el Uno en todo, di quien soy. Di: yo soy Tú ". O este otro: «De mi no queda sino el nombre; todo el resto es Él».

Esa experiencia de unión amorosa fue tan inspiradora que hizo que Rumi produjese una obra de 40.000 versos. Son famosos Masnavi (poemas de cuño reflexivo-teológico), Rubai ' yat (Canción de amor por Dios) y el ya citado Divan de Tabriz.

Es propio de la experiencia místico-amorosa la embriaguez del amor que hace del místico un «loco de Dios», como lo fueron san Francisco de Asís, santa Teresa de Jesús, santa Xenia de Rusia y también Rumi. En un poema del Rubai'yat dice: «Hoy no estoy ebrio, soy los millares de ebrios de la tierra. Estoy loco y amo a todos los locos, hoy» .

Como expresión de esta locura divina inventó el sama, la danza extática. Se trata de danzar girando alrededor de sí mismo y alrededor de un eje que representa al sol. Cada derviche girante, así se llaman los danzantes, se siente como un planeta girando alrededor del sol que es Dios.

Difícilmente encontramos en la historia de la mística poemas de amor con tal inmediatez, sensibilidad y pasión como los escritos por el islámico Rumi. Es como una fuga de mil motivos que van y vienen sin cesar. En un poema de Rubai ' yat canta: «Tú, único sol, ¡ven! Sin Ti las flores se marchitan, ¡ven! Sin Ti el mundo no es sino polvo y ceniza. Este banquete y esta alegría, sin Ti son totalmente vacíos, ¡ven!».

Uno de los más bellos poemas, por su densidad amorosa, me parece éste, sacado de Rubai'yat : «Tu amor llegó a mi corazón y partió feliz. Después volvió, vistió el vestido del amor, pero se fue de nuevo. Tímidamente le supliqué que se quedase al menos por algunos días. Él se sentó junto a mi y se olvidó de partir».

La mística desafía a la razón analítica. La sobrepasa porque expresa la dimensión del espíritu, aquel momento en que el ser humano se descubre a sí mismo como parte de un Todo, como proyecto infinito y misterio abisal inexpresable. Bien lo anotaba el filósofo y matemático Ludwig Wittgenstein en la proposición VI de su Tractatus logico-philosophicus : «Lo inexepresable se muestra, es lo místico» . Y termina en la proposición VII con esta frase lapidaria: «Sobre lo que no podemos hablar, debemos callar» . Es lo que hacen los místicos. Guardan un noble silencio, o cantan, como hace Rumi, pero de un modo tal que la palabra nos conduce al silencio reverente".

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1 Comments:

Blogger Meli said...

Wow! nunca he leido a Rumi!!
gracias por compartir esto... es hermoso... sin palabras!!

20 November 2007 at 17:46  

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