En nuestras comunidades

EN NUESTRAS COMUNIDADES EN MEDIO DEL PUEBLO... ... Vamos aprendiendo y mostrando
que las privaciones y los atropellos
que sufre el pueblo humilde
son tremendamente graves,
son injusticia que clama al cielo,
y que los pobres no pueden seguir esperando.
... Vamos aprendiendo y mostrando
que cada joven y cada niño, cada adulto y cada anciano,
que también los desocupados y los alcohólicos,
los “volados” y los “patos malos”,
son todos personas, cada uno inmensamente importante,
que merecen respeto, participación y cariño,
aunque nosotros no sepamos todavía, cómo entregárselos a todos.
... Vamos aprendiendo y mostrando
que la gente de nuestro pueblo, adultos y jóvenes,
cuando se organiza y participa,
se libera de muchas trabas y complejos,
crecen como personas y como grupos
y son capaces de hacer muchas cosas hermosas
que son cimiento para una sociedad nueva.
EN NUESTRAS COMUNIDADES EN MEDIO DEL PUEBLO...
... Vamos aprendiendo y mostrando
que a pesar de tanto machismo,
es posible que el hombre y la mujer
se descubran en un plano de igual valor y dignidad,
que complementándose crezcan juntos,
con el apoyo de la comunidad trabajando por el pueblo.
... Vamos aprendiendo y mostrando
que a pesar de tantas puertas cerradas y tantas heridas,
nuestros jóvenes siguen vivos
y capaces de soñar un mundo diferente,
y que los adultos podemos y debemos
tomarlos en serio y apoyarlos,
dejándolos crecer por sí mismos.
... Vamos aprendiendo y mostrando
que a pesar de nuestras contradicciones y pequeñeces
la gente de pueblo podemos ir haciéndonos hermanos,
discutiendo, aceptándonos y corrigiéndonos,
aprendiendo unos de otros y creciendo juntos,
para que el pueblo sea más y mejor pueblo.
EN NUESTRAS COMUNIDADES EN MEDIO DEL PUEBLO...
... Vamos aprendiendo y mostrando
que después de haber sufrido tanta violencia
y seguir sufriéndola en otras formas,
nuestro pueblo no alienta odio,
y sabe que responder con más violencia
puede ser comprensible, incluso legítimo,
pero no es camino para construir entre nosotros
país de hermanos.
... Vamos aprendiendo y mostrando
como en tantas otras organizaciones,
un nuevo modo popular de hacer política:
desde las raíces
de nuestras culturas oprimidas, creyentes y solidarias,
rescatando sueños y mirando lejos.
Al paso que crecen, se multiplican
Y flexiblemente se van articulando,
Pequeñas prácticas colectivas
De economía alternativa, liberación y desarrollo,
Así como reivindicaciones organizadas
Del derecho atropellado de los pobres.
EN NUESTRAS COMUNIDADES EN MEDIO DEL PUEBLO...
... Vamos aprendiendo y mostrando
que la fraternidad cristiana puede ser vivida de veras,
en comunidades donde nos queremos, nos perdonamos
y compartimos responsabilidades,
y que esa fraternidad es para nosotros
gran alegría y tremenda fuerza de vida.
... Vamos aprendiendo y mostrando
que los pastores de la Iglesia,
cuando saben escuchar al pueblo y compartir en comunidad,
son inmensamente queridos
y aportan una conducción discreta y orientadora.
... Vamos aprendiendo y mostrando
que la oración comunitaria
y la reflexión común de la Palabra de Dios,
nos liberan de rutinas y fatalismos
frente a la vida diaria y a la historia,
y alimentan en nosotros una esperanza activa y fuerte.
... Vamos aprendiendo y mostrando
que la fe en el Dios de Jesucristo,
cuando la dejamos alumbrarse por el Evangelio,
es fuente de amor grande al pueblo
y fuerza incansable de lucha por la justicia.
EN NUESTRAS COMUNIDADES EN MEDIO DEL PUEBLO...
... Vamos aprendiendo y mostrando
que nuestra fe y oración en la vida,
como toda auténtica espiritualidad cristiana,
tiene que ser trinitaria:
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
... Vamos aprendiendo y mostrando
que conociendo mejor al Dios y Padre de Jesucristo
conocemos y amamos al Padre nuestro,
Dios de la vida, misericordioso y fiel,
que nos levanta y nos hace crecer
y nos espera en la meta de la historia.
... Vamos aprendiendo y mostrando
que haciendo camino con Jesús,
amigo, maestro y profeta del Reino,
vamos entrando en el secreto y la libertad del Hijo,
que marcha y sufre con nosotros
para desde ya hacernos vivir la resurrección.
... Vamos aprendiendo y mostrando
que reconociendo en el pueblo y la misma comunidad
los dones y la actividad del Espíritu Santo,
disfrutamos desde ya de la alegría de Dios
y dejamos hacer de nuestras vidas
una entrega fecunda para la vida del pueblo.
Porque es el mismo Espíritu mesiánico
que consagró y condujo a Jesús de Nazaret
para anunciar a pobres y oprimidos,
con gestos y signos concretos de vida liberada,
la Buena Nueva del Reino de Dios que llega.
El Espíritu de nueva vida y convivencia
que el Señor resucitado comunica
a la pequeña comunidad de sus discípulos y testigos,
para ser sal, luz y levadura
en un mundo dominado
por gente sin corazón ni esperanza.
El Espíritu de justicia,
Solidaridad universal y cuidado de la naturaleza,
que el Primogénito de la nueva creación
alienta en todos los hombres y mujeres
de buena voluntad
-de toda raza, cultura y creencia-
para con ellos renovar la faz de la Tierra.

Labels: Amor, Espiritualidad, Evangelización, Misión
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