Hacia la vida artificial

"Un poco de ciencia aleja de Dios, pero mucha ciencia devuelve a Él"

Louis Pasteur, francés.

Hace pocos días científicos norteamericanos del J. Craig Venter Institute, avisaron estar acercándose con gran felicidad al umbral de la creación de la primera vida artificial en la historia de la humanidad.

Concretamente, elaboraron el primer genoma sintético de una nueva bacteria, o lo que es lo mismo, la mayor estructura de ADN que se haya fabricado por el hombre. Su nombre: "Mycoplasma genitalium". Uno de los genomas más pequeños que se conoce: posee 580 genes, contra los aproximadamente 30.000 que poseemos los seres humanos.

Los científicos responsables, han sostenido que este descubrimiento, es el segundo paso para crear vida artificial. El primero fue traspasar el genoma de una bacteria a otra, alterándolo en el camino, con la finalidad de que la segunda sea completamente distinta a la primera. Interesante. El próximo paso, sería insertar un cromosoma sintético en una célula, para así lograr crear el primer organismo con vida totalmente artificial. Es decir, se crearía una célula artificial de bacteria a partir del genoma sintético recién creado.

De este descubrimiento, 3 aristas del descubrimiento capturaron mi atención. Las voy a resumir en 3 preguntas, aquí van: 1° ¿Se está realmente cerca de crear vida artificial?; 2° ¿Qué se pretende con crear vida artificial? y 3° ¿Qué importancia reviste ello para la humanidad?.

La primera pregunta, no parece tener una única respuesta. Si bien los científicos autores del descubrimiento se muestran optimistas de su trabajo y confiados en lograr sus objetivos, que es precisamente crear vida artificial, ese próximo paso puede resultar imposible, perfectamente. Desde Gran Bretaña algunas voces autorizadas declaran que se está "a un largo paso de crear vida".

La segunda pregunta por su parte, tampoco parece tener una única respuesta, es más, parece ser terreno fértil para la reunión de inquietudes. Se sostiene que si se crea vida artificial pueden crearse biocombustibles... ¿Cuántos esfuerzos por crear biocombustibles han quedado sólo en eso, simples esfuerzos? O, en el mejor de los casos, han sido esfuerzos que al adquirir forma legal al patentarse han sido muy bien pagados por quienes detentan la propiedad de las empresas que comercializan los combustibles tradicionales? ¿Resulta conveniente para quienes controlan el petróleo que de la noche a la mañana, se ponga a disposición de los consumidores una creación de esa naturaleza?. La respuesta parece ser evidente: un NO rotundo.

Otra finalidad que se le atribuiría al descubrimiento es la producción de organismos artificiales para el tratamiento de residuos tóxicos. Sería excelente, pero para ello sería indispensable comenzar a trabajar desde ya en tal sentido en Naciones Unidas, con un alto sentido de justicia, igualdad y responsabilidad, instando a todas las Naciones a comprometerse seriamente a servirse de aquellos futuros organismos artificiales, para eliminar los residuos tóxicos que generan. Todas las Naciones, sin excepción. ¡Que genial sería que así fuese!. De paso, todos los gobernantes del Mundo podrían comprometerse a ser fieles a las disposiciones del Protocolo de Kyoto sobre cambio climático, que desde 1998 (10 años) espera eso de ellos: compromiso.

Una tercera finalidad y que parece ser la más real, es la de crear un microorganismo capaz de absorver las cada vez más altas emisiones de dióxido de carbono responsables del cambio climático que nos afecta dia tras dia. Por qué parecer ser la más real: porque la compañía Synthetic Genomics de Venter ya firmó un acuerdo en tal sentido con la petrolera British Petroleum.

Para terminar, la tercera pregunta acerca de la importancia que ello tiene para la humanidad, a mi juicio tiene una sola respuesta posible: es una materia trascendental que requiere de nuestra mirada, nuestras reflexiones más lúcidas (para comprender de qué se trata, cuáles son sus eventuales alcances, hacia dónde deben llevarnos estos descubrimientos y hacia donde no deben conducirnos), y consecuente con nuestras reflexiones, requiere de nuestra acción.

Tal vez muchas voces lo ven como un tema del orden científico (estaría naciendo la nueva ciencia de la Biología Sintética); mientras que para otros podrá representar una interesante oportunidad de negocios. Sin duda es un tema que participa de ambas características; pero por sobre ellas, ante mi mirada, se trata de descubrimientos que tarde o temprano pueden conducir a la creación de vida artificial, y pienso que como se trata de vida, que es lo más valioso que existe, es un tema de toda la Humanidad.

Creo que todos los ciudadanos del Mundo tenemos el deber de abogar para que ello sea sinónimo de creación y no de destrucción; de vida más que de muerte, para que estos descubrimientos sean motivo de optimismo y no de pesimismo.

Es de toda justicia, exigir que se nos garantice que ese descubrimiento no será mal utilizado como sucedió con los descubrimientos de Einstein. Es nuestro derecho exigir que se nos asegure de la mejor manera posible, que nadie nos puede amenazar con crear a partir de ese descubrimiento, armas biológicas capaces de alterar la vida humana y natural.

Porque más allá de nuestras concepciones filosóficas, religiosas y/o ético-morales, creo que reside en cada uno de nosotros el derecho a vivir una vida buena sobre la faz de nuestra Madre Tierra, como así también sobre cada uno de nosotros pesa del deber de luchar por cuidar de ella y de nuestro derecho a vivir una vida buena, libre de amenazas, libre de toda oscuridad.